NOSTALGIA DEL FUTURO
El hombre no siente la muerte porque el mundo no pierde su estado, siempre hay bebes, niños, jóvenes revolucionarios, lideres maduros y viejos venerables. La gente muere pero solo en su entorno hay duelo, la vida sigue igual para los demás. Sabemos que dentro de 100 años ningún ser humano de los actuales estará aquí, desapareceremos igual que desaparecieron los emperadores romanos y todos los que vivieron sus virtudes y desmanes, todos los que amaron bajo este mismo sol y esta misma luna. Este mismo sol que calentó a Tutankamón, sol que ilumino a los indios mesoamericanos y despertó amaneceres a los primeros conquistadores de los mares. Siento nostalgia de lo que no viviré, porque dentro de 300 años otros amarán bajo este mismo sol y sumergirán sus cuerpos en los mismos mares donde yo volé entre las algas. Y quizá entonces alguien se acuerde de los que amamos y anhelamos una vida mejor a principios del siglo XXI.
